Definición: Deslizamiento longitudinal sobre el/los cantos de al menos uno de los dos esquís.
Objetivo: Optimizar la flexión de el//los esquís con un reparto de pesos e inclinación ideal durante cada una de las fases de la curva mientras se "corta" la nieve, a la vez de tratar que esto ocurra durante el mayor espacio de tiempo a lo largo de toda ella. Con ello conseguiremos acelerar al máximo, o bien desacelerar lo mínimo, dependiendo del momento de la curva.
Desarrollo: Es importante un mínimo de velocidad para poder conducir los esquís en paralelo, y cuanto más alta sea ésta, mayor eficacia y seguridad obtendremos "cortando" que derrapando.
Centrarnos en ejercicios en los que los esquís vayan lo más inclinado posible en toda la fase de la curva.
Ejercicios:
- Compresión-extensión en curva pasando puertas,
- Súper-curvas acabando hacia arriba,
- Curva de 360º,
- Sensibilizarse más fácilmente con esquís excesivamente carveados y cortos,
- Carvear hacia atrás colocando más peso en el exterior,
- Virajes al monte con máximo canteo en todo momento casi desde la salida y con diferentes velocidades,
- Simular un descenso directo realizando cambios de cantos continuos.
Inconvenientes: Surgirían si se olvida que el derrapaje tiene la misma o más importancia y el esquiador no dominara los dos por igual.
Conclusión: Controlar correcta y positivamente la conducción de los esquís permite una mayor velocidad en curva.
Textos basados en el Libro
"Técnica y Pedagogía del Esquí Alpino - Manual del Profesor",
de Robert Puente.
Más información en
www.librosdeesqui.com
"Técnica y Pedagogía del Esquí Alpino - Manual del Profesor",
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